cOn las frustraciones atravesadas en el pecho, y los deseos no cumplidos revolviéndome el estomago, escribo con ansias, como queriendo vaciarme toda en la hoja ( y es que el papel lo aguanta todo ).
Sinceramente no se que pasa.
Sinceramente tengo una desesperación única en lo más profundo de mis interiores, que amenaza con salir en medio de alaridos del dolor que me provoca esta situación.
Me siento indefensa, frágil, que hasta el aire duele, ya no quiero respirar.
... Y si me dejo?
... y si abandono?
No quiero saber que sigue. Porque aunque no sea inmediato es seguro el dolor, como de costumbre.
No importa cuanto demore, aun en contra de mi voluntad vuelvo a entrara en el circulo vicioso de mi sufrimiento; y soy parte de la sádica forma de ser que es parte de mi mas oscuro lado (soy parte de lo que es parte de mi, todo tiene un yo propio, por lo tanto quien soy yo? no se lo pierda en el siguiente post) que aboga por el masoquismo de mis sentimientos. Es ahí cuando me miro al espejo y mis ojos huyen, se cierran porque saben que es la verdad, verdad que niegan, no aceptan. No aceptan que mi inocencia es un estado aletargado de mi conciencia.
Que mi yo, ese yo real, esa mujer masoquista para si y sádica para los demás es algo inevitable.
Si, soy imposible, porque a veces soy así, porque a veces soy tan mala que parezco buena, y tan tonta que solo levanto defensas cuando ya no queda nada. Cuando ya me volví devota del santo demonio dueño de mis pasiones, causante de mis delirios y abogado de mis pesares.
Ahora soy una ofrenda viviente, dueña de nada, sombra de un corazón que menciona su nombre en cada latido, con una animo suicida, incansable y es que a esta alturas, ya no importa lo de mañana.
Sinceramente no se que pasa.
Sinceramente tengo una desesperación única en lo más profundo de mis interiores, que amenaza con salir en medio de alaridos del dolor que me provoca esta situación.
Me siento indefensa, frágil, que hasta el aire duele, ya no quiero respirar.
... Y si me dejo?
... y si abandono?
No quiero saber que sigue. Porque aunque no sea inmediato es seguro el dolor, como de costumbre.
No importa cuanto demore, aun en contra de mi voluntad vuelvo a entrara en el circulo vicioso de mi sufrimiento; y soy parte de la sádica forma de ser que es parte de mi mas oscuro lado (soy parte de lo que es parte de mi, todo tiene un yo propio, por lo tanto quien soy yo? no se lo pierda en el siguiente post) que aboga por el masoquismo de mis sentimientos. Es ahí cuando me miro al espejo y mis ojos huyen, se cierran porque saben que es la verdad, verdad que niegan, no aceptan. No aceptan que mi inocencia es un estado aletargado de mi conciencia.
Que mi yo, ese yo real, esa mujer masoquista para si y sádica para los demás es algo inevitable.
Si, soy imposible, porque a veces soy así, porque a veces soy tan mala que parezco buena, y tan tonta que solo levanto defensas cuando ya no queda nada. Cuando ya me volví devota del santo demonio dueño de mis pasiones, causante de mis delirios y abogado de mis pesares.
Ahora soy una ofrenda viviente, dueña de nada, sombra de un corazón que menciona su nombre en cada latido, con una animo suicida, incansable y es que a esta alturas, ya no importa lo de mañana.
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