Y se me acabaron los días de verano, regreso a la cuidad donde de seguro todo lo que deje atrás no se canso de esperarme, y de nuevo llego sola, llego sin nadie y sin nada. Y aunque mantengo la satisfacción de lo vivido, me queda la nostalgia de lo que recordare. Miro a la ventana y la costa se hace mas lejana, comienzan a aparecer todos los desiertos que le siguen a la región marina, y me hace pensar en lo seca que es la vida sin experiencias gratas, me duermo un momento y ya están amenazantes las rocosas montañas, siempre con la amenaza constante de caernos encima. Veo lo afilados de sus bordes y siento como aun cortan las palabras del pasado, aunque veo mis heridas y casi ya no hay huella, no cicatrices. Todo se vuelve oscuro y el horizonte pierde su dorado matiz, poco a poco se vuelve mas negro, tal vez mientras mas nos alejamos o solo es el transcurrir del tiempo, pero aun si me hace sentir mal, me hace sentir triste con este fin de verano, la sal del mar me curo todas las h