Cuando mi mente vagabunda no sabe en quien pensar... Cuando ya no hay nadie que me robe un suspiro, se me cruza por la cabeza acostarme con cualquiera, y es que si no hay a quien amar, no hay problema, pues a nadie se engaña, a nadie traicionas, ni siquiera a uno mismo, pues no hay lealtad para guardar. Pero de pronto recuerdo que no hasta hace poco era una niña, una ilusa y una tonta. Y me da pena traicionar los bellos pensamientos que rondaban mi cabeza, cuando aun creía en un príncipe azul, cuando aun existían, cuando era una princesa... La gente crece, es inevitable, de pronto nuestra cabeza esta tan lejos del suelo que no recordamos como era ser auténticos, cuando no había nada mas dulce que un chupetín, y nada mas seguro que nuestra casa. Cuando uno crece los placeres se vuelven egoístas, no importa cuantas almas nos cueste, con tal de acostarse con alguien, ganar mas dinero, tener mas ropa, en fin, mientras uno va creciendo se acaban las golosinas de la vida, por que la vida te