Básicamente sin pensar en las cosas… Pensar en una introducción a lo Neruda, o tal vez a lo Allende se me hace difícil. Pero considérenme pues! Son las 2:38 del 21 de setiembre. Aburrida de los estados financieros, con derivadas atravesadas en la cabeza y con un montón de variables a analizar, he llegado a la conclusión de que a veces el tiempo es la única solución para algunos problemas. No se trata de mi habitual frivolidad, para nada; por el contrario, es mi sensibilidad a flor de piel la que me obliga, sin reconsideración alguna, ha tomar las decisiones que estoy tomando. Sí. Si se trata de aceptar culpas… Digamos que no puedo no reconocer las mías, pero como siempre, no dejé de tener la razón en el momento adecuado y para no perder la costumbre no le hice caso a mi tan insistente ‘sexto sentido’. Suena melodramático, pero viniendo de mi, no es para extrañarse. =)