Cuando más te pienso, casualmente es cuando más ausente te siento... y con naturalidad... es porque te extraño.
De pronto me pongo a pensar en ti, en tu mirada, en tus caricias, en tus palabras, en lo mucho que te quiero, en lo desesperante que es extrañarte y en lo difícil que se me hace acostumbrarme a estar sin ti.
Razono y no hay lógica... solo paso dos horas contigo y después se me hace un mundo estar sin ti. Y es que la necesidad de ti me nace desde las entrañas, y no tanto por la cercanía de los cuerpos, mas que por la necesidad de verte, sentirte, respirar te, saber que por esos momentos soy lo único que deseas y lo que mas quieres, saber que en esos momentos soy tu mundo, por que con alegría y sin temores, es en esos momentos cuando más tuya me siento, cuando más feliz me siento, cuando aun sin seguridad espero todo de ti... sabiendo que llegara muy poco.
Reconozco y admito, que soy muy feliz a tu lado, que no me importa casi nada cuando me rodean tus brazos, que solo pienso en lo mucho que te quiero cuando me atrapas en tus labios y lo mucho que me duele saber cuanto te voy a extrañar cuando respiro tu aliento y tu hipnótico aroma...
Pero también reconozsco que muero lentamente con la duda, me mata la incerteza, agonizo con la ausencia, se que tal vez no habrá un mañana, que tan solo podremos despedirnos, sin besos ni caricias. Pero nada de eso importa si fijas tu mirada en la mía y finges que te importa lo que cruce por la cabeza mía.
Comentarios
Pásala bien .